La fauna y los ciclos de sueño sufren las consecuencias de la contaminación lumínica

contaminación lumínica en EspañaEl post anterior informa que España gasta tres veces más en alumbrado público que Alemania; lo cual no sólo afecta al bolsillo, sino también al medio ambiente.

En las urbes contar las estrellas es un reto. La luz artificial se refleja en los gases y partículas de la atmósfera, adquiriendo el cielo un tono amarillento que oculta el grosso de las estrellas. Es decir, la contaminación lumínica imposibilita ver astros e interfiere en la sostenibilidad.

Los expertos aseguran que la contaminación lumínica de Valencia oculta todas las estrellas. Habrá que alejarse 100 km de la ciudad para cumplir el objetivo, aunque no se conseguirá la total oscuridad, puesto que las luces de Madrid también irradian su alrededor.

Los efectos nocivos de la contaminación lumínica llega a reflejase en la salud de los humanos. La exposición continúa a la luz durante el sueño nos hace descansar menos, con todo lo que conlleva. Además, las aves también se deslumbran y desorientan, se alteran sus ciclos y fases reproductivas. Consecuencia de ello se ve afectado el control de plagas en Valencia, entre otros.

Minimizar las consecuencias de la contaminación lumínica supone reducir el gasto de alumbrado. Algunos se proponen apagar las farolas a cierta hora de la madrugada, de hecho Francia lo hace en pequeños municipios. Asimismo Italia lo está contemplando.

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