En EE.UU relacionan el uso determinados pesticidas con el Parkinson

pesticida y parkinsonNeurólogos en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) preocupados por el control de plagas estudian la relación entre determinados pesticidas y el Mal de Parkinson. Las investigaciones apuntan al paraquat, maneb y ziram como productos desencadenantes en el colectivo agrario y población cercana a las zonas de cultivo.  También destacan la importancia del benomyl como pesticida de principal estudio.

El benomyl se ha utilizado en EE.UU durante tres décadas.

Sin embargo,  fue en el 2001 cuando la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) prohibió el biocida de control de insectos. Pruebas toxicológicas revelaron que podía provocar tumores en el hígado, malformaciones cerebrales, efectos nocivos reproductivos y carcinogénesis en general. Actualmente sus efectos persisten, diez años después de su uso.

Arthur G. Fitzmaurice, coautor del estudio, afirma que los genes son trasmisores de la enfermedad del Parkinson, pero en un pequeño porcentaje. Los factores ambientales en un porcentaje mayor son relevantes en la enfermedad.

El equipo de Jeff Bronstein, profesor de neurología en la UCLA, asegura que la exposición al benomyl pone en marcha una cascada de eventos celulares que pueden conducir al desarrollo de dicha enfermedad. Este pesticida impide que una enzima llamada ALDH (aldehído deshidrogenasa) mantenga a raya a una toxina conocida como DOPAL, la cual está presente de forma natural en el cerebro. Cuando la DOPAL no es controlada por la ALDH, se acumula, daña a las neuronas y aumenta el riesgo de que la persona desarrolle el Mal de Parkinson.

Decidir qué pesticidas aplicar para el exterminio de las plagas es una tarea más importante de lo que pueda aparentar, porque puede afectar a la fauna, flora, y como se ha demostrado hasta a la salud del ser humano.

Nosotros, como empresa especializada en el Control de Plagas, siempre apostamos por productos no biocidas, que respeten el medio ambiente y no desencadenen efectos secundarios.

 

 

Fuente: noticiasdelaciencia.com